lunes, 7 de agosto de 2017

Teoría de las emociones (Explicación resumida y sencilla)


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Emociones

   Título: Teoría de las emociones (Explicación resumida y sencilla)

Muchas veces estamos acostumbrados a pensar en las emociones como un ente abstracto que no podemos tocar ni ver, solo sentir de alguna forma cuando nos influyen a actuar de determinada manera según las circunstancias o el contexto. Esto es cierto en parte: es difícil ponerle un rostro al dolor o a la rabia, a menos que sea con un símbolo que los represente o una manifestación concreta de ellos. La foto de una persona llorando o molesta podría ser una buena representación, pero ¿qué tal la derrota de un equipo de fútbol? ¿A cuál emoción representa esa imagen? Esta dificultad para "ver" las emociones, más que representarlas, es quizás lo que nos hace complicado manejarlas a cabalidad y hacer un buen uso de ellas en los momentos necesarios. Porque no es que nunca necesitemos llorar o enojarnos, solo hay que saber cómo y cuándo. Ese es un aprendizaje que empieza en la infancia y se va desarrollando, como apuntan autores como Piaget o Vygotsky. Pero no teoricemos demasiado: nuestra misión es hacer estos temas más sencillos para toda la comunidad en red, desde un enfoque académico pero accesible.

Cuando hablamos de las emociones nos vienen muchas a la mente. Son tantas que incluso dudamos si estamos repitiendo la misma con otro nombre o si estamos inventando una nueva. Algunos psicólogos como Ellsworth, Ekman, Izard, Smith, Weiner o Shaver han teorizado al respecto y nos han dado una gama de emociones que consideran primarias o básicas (miedo, dolor, alegría, tristeza, ira, etc.) y otras secundarias como repugnancia, interés, amenaza o daño. Estas categorizaciones han sido discutidas y ampliadas, pero siguen siendo una base para entender el amplio abanico emocional humano.

Si te interesa profundizar en este tema, puedes leer nuestro artículo sobre el modelo de las emociones primarias y secundarias propuesto por Robert Plutchik, donde explicamos su famoso ciclo de las emociones y cómo se relacionan entre sí. Leer el artículo aquí.

Durante mucho tiempo, las emociones fueron descritas desde un enfoque estrictamente subjetivo o incluso espiritual. Se les atribuían rasgos abstractos, ligándolas a la psique o al alma. Sin embargo, estudiosos como William James y Carl Lange (y posteriormente Vygotsky), dieron paso a una mirada que incluía también lo fisiológico. Para estos autores, una emoción no puede ser descrita solo como un movimiento del alma o del pensamiento, sino también como una respuesta física del cuerpo. Esta idea está alineada con las posturas conductistas que entienden la conducta como una relación entre estímulo y respuesta.

Para entenderlo de forma sencilla: una emoción, según estas teorías, es la respuesta que nuestro cerebro emite ante un estímulo externo, y esta respuesta se manifiesta a través del cuerpo. Es decir, lo que sentimos tiene una expresión fisiológica. ¿Todavía no queda claro? Veamos un ejemplo.

Una niña se encuentra acostada, en estado de reposo, tranquila. De repente, su hermana lanza una pelota que le golpea en la cabeza. Esto desencadena una cadena de emociones: miedo, dolor, tristeza, rabia. Cada una de estas emociones aparece de forma secuencial. Y lo que ocurre en su cuerpo (el llanto, la tensión muscular, la expresión facial) es la manifestación fisiológica de esos estados internos. Así, la emoción se vuelve un fenómeno psíquico, pero también físico. Se origina en el cerebro, particularmente en estructuras como el sistema límbico y el tálamo, y se expresa en el cuerpo.

Además de James y Lange, otros modelos han intentado explicar las emociones, como el modelo de Schachter y Singer (1962), quienes introdujeron la idea de que la emoción es el resultado de una activación fisiológica interpretada de acuerdo al contexto. Es decir, no solo sentimos, sino que también interpretamos lo que sentimos según las circunstancias. Esto pone en juego la cognición, o sea, la capacidad de pensar y dar significado a lo que vivimos.

También es importante destacar que las emociones no solo nos afectan a nivel individual, sino también social. Compartir emociones nos permite empatizar, comunicarnos y construir vínculos. Por eso, una adecuada educación emocional desde la infancia puede influir en la manera como las personas se relacionan consigo mismas y con los demás.

Con esto hemos explicado de forma breve y sencilla la teoría de las emociones, para que puedas entender mejor lo que sucede contigo y con quienes te rodean en determinados momentos. Este conocimiento te puede ayudar tanto en lo personal como en lo profesional, y es una excelente base para quienes se están iniciando en el estudio de la psicología.

Muchas gracias por leernos y hacer posible este trabajo que estamos realizando los estudiantes universitarios para la comunidad en red. Recuerden dejar sus comentarios y opiniones. También pueden apoyarnos compartiendo este artículo y siguiéndonos en nuestras redes sociales.

Hasta la próxima,
Jorge.
Nuestro lema: #PsicologiaSimplificada y para todos


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3 comentarios:

  1. Es muy interesante la manera en la que abordan la información.

    Sin embargo, podrían mejorar la redacción.

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    1. Hola, muchas gracias por tu recomendación.

      Lo revisaremos!

      =)

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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