miércoles, 18 de junio de 2025

Terapia psicológica: mitos, verdades y qué esperar si decides empezar




Terapia psicológica: mitos, verdades y qué esperar. 

Cuanto no se dice por las calles y pasillos acerca de la terapia psicológica, muchas veces se niega su efectividad o se minimiza su alcance, otras personas prefiere utilizar IAs para que les dé consejos y ya con eso sienten que asistieron a una terapia. Nada más lejos de la realidad, la terapia psicológica es una parte crucial para mantener una mente sana y una vida más sana ante todo. Seamos honestos, la psicoterapia no es la solución a todos los problemas, pero sí que es un buen comienzo. ¿Alguna vez has sentido que te falta orientación y guía? ¿O quizás solo alguien que te escuche y te dé recomendaciones? Nada mejor que hacerlo con un profesional, pero veamos más a detalle de qué te hablo.

Cuando entramos a estudiar psicología, uno de los temas que más nos genera curiosidad (y también confusión) es la terapia. ¿Realmente funciona? ¿Solo van personas "locas"? ¿Se llora mucho? Como ya mencionamos, existen muchas creencias y predisposiciones sobre la psicoterapia. En este artículo queremos compartir algunas ideas para desmontar mitos, contar verdades y mostrar qué esperar si decides ir a terapia. Vamos entonces a revisarlos un poco más a detalle:

Mito 1: Ir al psicólogo es solo para quienes tienen “problemas graves”
Esto es súper común. Pero lo cierto es que la terapia no es solo para crisis profundas, también es útil para trabajar en la autoestima, tomar decisiones, aprender a comunicarse mejor o simplemente entenderse más. Yo siempre he visto la terapia, incluso antes de empezar a estudiar la carrera de psicología, como algo natural que hacemos cada cierto tiempo para revisar que todo está bien, similar a las citas de control y limpieza de tus dientes.

Mito 2: En la primera sesión ya me tienen que dar soluciones
La terapia no es una consulta médica rápida, sino un proceso. En la primera sesión generalmente se recoge información, se conocen mutuamente terapeuta y paciente, y se define una posible ruta de trabajo. Tienes que darle tiempo al psicoterapeuta y a ti para que puedan desarrollar una terapia productiva, esto requiere más de una sesión, no hay que apresurarse.

Mito 3: Si voy a terapia, es porque estoy fallando como persona
Esto es uno de los estigmas más dañinos. Buscar ayuda es un acto de valentía, no de debilidad. De hecho, reconocer que se necesita acompañamiento ya es parte del proceso de mejora. Basado en todo lo que hemos visto en clases, es mucho peor no asistir, ahí sí, algo sencillo que podría tener una solución simple, se nos puede hacer aún más grande y la solución hacerse aún más compleja. Es crucial tener autocuidado y estar abierto a recibir ayuda.

Verdades importantes
- Hay muchos enfoques terapéuticos: cognitivo-conductual, humanista, psicoanálisis, terapia breve, entre otros. Entonces lo que quizás no te funcione hoy, es probable que te funcione mañana, porque el terapeuta irá revisando el mejor abordaje para tu caso.
- La relación con el terapeuta influye mucho. Si no te sientes cómodo/a con alguien, puedes cambiar. Y este es un punto muy importante, si sientes que no avanza después de varias sesiones o que no consigues comodidad con tu terapeuta, no te preocupes, hay muchos otros especialistas con los que podrías sentirte más cómodo.
- La terapia implica trabajo. No es solo hablar y ya. Requiere compromiso, reflexión y práctica. Y aquí es lo que te comentaba, parte del autocuidado es ser responsable consigo mismo y con el trabajo que requiere generar un cambio en ti. El psicólogo es tu guía y acompañante profesional, pero todo el cambio está en ti.

¿Qué esperar de una buena terapia?
- Escucha activa, sin juicios
- Confidencialidad
- Un espacio seguro para expresar emociones
- Herramientas para afrontar situaciones o comprenderlas mejor

Conclusión

Desde nuestra experiencia como estudiantes (y también pacientes en algunos casos), vemos la terapia como un recurso valioso que todos deberíamos considerar en algún momento. Eso sí, con mucha paciencia y responsabilidad sobre nosotros mismos. No se trata de estar “mal” o “bien”, sino de conocerse y crecer.
>

Por Lucía

Compártelo

Author:

0 comentarios:

Artículos populares