En clase de
psicología general nos encontramos con uno de esos debates que tanto nos gustan,
o bueno, al menos a mí me gustan bastante. Algún compañero de la escuela conductista
soltó en clase que él estaba seguro de que la homosexualidad se trata de una condición clínica y por
lo tanto debe ser tratada bajo estricta supervisión médica. Vamos, que el
homosexual es un paciente clínico en potencia que no debe dejarse suelto por
ahí para que evitar que genere una epidemia.
Pido disculpas
si desde ya he tomado una posición, pero es difícil no ironizar un poco con
esto que a mi parecer es un disparate, creo que en este aspecto soy discípula
de Robert Spitzer; aun cuando existan expertos que puedan
considerar la homosexualidad como un cuadro patógeno o una enfermedad, se trata
de casos puntuales y no existe un consenso al respecto, por lo tanto tomar
una postura tan radical es demasiado apresurada. Yo como soy prudente no quise
debatir en ese momento en clase con el chico, de modo que me fui a buscar
opiniones de expertos en la red y en los libros, compartiré con ustedes lo que
encontré.
Podemos
empezar con un poco de historia, precisamente con Robert Spitzer, psiquiatra que en el año 1973 desmintió
que la homosexualidad se trataba de una "perturbación sociopática de la
personalidad", claro, desde esa fecha hasta hoy, han existido quienes
han intentado desmentirlo, algunos con mayor credibilidad y fuerza que otros,
pero ninguno con las suficientes pruebas. No está demás decir que sí hay
pasillos psiquiátricos donde se corre la tendencia a sostener esta postura,
aunque muy tenue. Y que,
aunque no estemos a favor, existen algunas “terapias reparativas” que se siguen poniendo a prueba para tratar
pacientes que no aceptan su orientación y quieren cambiar.
Para muchos de
los expertos consultados en la web y en nuestra facultad, la diversidad sexual
no debería ser considerada como un cuadro clínico, sino más bien como una
variable tan natural como el color de ojos. Existe una tendencia generalizada a
considerar que la orientación sexual tiene un alto grado de elección en la
persona, lo que pueden ser factores ambientales y otro porcentaje menor por
factores hereditarios o genéticos. Claro que el entorno puede influir en la gama de ofertas que se te plantean en el
camino, como cuando vas a elegir un helado, pero al final eres tú quien toma la
decisión y elige el que mejor te parezca.
Además de
revisar investigaciones y opiniones de psicólogos y psiquiatras, tuve que
revisar un poco las posiciones que mantienen algunas ONG que defienden los derechos de la comunidad LGBTI que
llevan año tratando muy de cerca estos temas, es importante señalar que casi
todas, si no todas, coinciden en que no se trata de una enfermedad desde ningún
punto de vista, y su opinión debe ser tomada en cuenta pues, como ya dije, han
pasado años tratando este tema.
Después de esta breve investigación creo que puedo entrar al debate picante con mi compañero, entrar a la candela, como dicen en mi país. ¿Qué crees tú? ¿Consideras la homosexualidad una patología, un cuadro clínico, una enfermedad, una perturbación de la personalidad? ¿O eres de los que, como yo, creen que en el desarrollo “natural” de la personalidad, la orientación sexual es sólo una - quizás inconsciente - cuestión de elección? Puedes dejar tus opiniones al final y entramos en este interesante debate, así además me ayudas un poco a tener las ideas más claras cuando vaya a debatir sobre este tema.
Espero que
esta información haya sido de ayuda para ti que, como muchos, tiene dudas al
respecto. Recuerda dejar tus comentarios. Gracias por leernos. Puedes seguirnos
en las redes sociales para estar al tanto de nuestras publicaciones. También,
si te gustó nuestro proyecto, puedes compartirlo entre tus amigos, suscribirte a nuestras publicaciones con tu correo en la caja que está al final. Este trabajo
es posible gracias a ustedes.
Hasta luego,
Yohana.
Nuestro lema: #PsicologíaSimplificada
#PsicologíaParaTodos
Twittear
0 comentarios:
Publicar un comentario