viernes, 7 de julio de 2017

Tips o recomendaciones para una saludable relación amorosa de pareja

amor pareja y relaciones








Algunas de las cosas que vemos en clases de psicología no forman parte exactamente del contenido formal de la materia, pero igual resultan valiosas. Hace algunos meses, por ejemplo, en una clase surgió una conversación espontánea sobre las relaciones amorosas sanas, y lo interesante fue que llegamos a la conclusión, por consenso, de que quizás no existe una relación que sea “totalmente” sana. Al menos no en términos absolutos. Aunque no todos estuvieron de acuerdo, fue una discusión rica, que nos dejó muchas preguntas.

Después de ese debate grupal, varios compañeros y yo decidimos seguir reflexionando sobre el tema. Una de las cosas que surgieron fue la idea de consultar fuentes externas, revisar foros, encuestas, artículos y también estudios de expertos sobre relaciones saludables. Lo que encontramos fue que, si bien la “relación ideal” como tal no existe, sí hay ciertos criterios o señales comunes que los psicólogos consideran como indicios de una relación funcional y positiva.

Según autores como Walter Riso (Amar o depender, 2012) y John Gottman, reconocido investigador en terapia de pareja, las relaciones amorosas sanas no son aquellas libres de conflicto, sino aquellas en las que hay respeto, buena comunicación, afecto equilibrado, y sobre todo, autonomía emocional. Riso insiste en que “amar no es renunciar a uno mismo”, mientras Gottman habla de “mapas del amor” como metáfora para describir el conocimiento profundo que se tiene sobre la vida emocional del otro.

Aquí les comparto una lista de tips o recomendaciones, resultado de lo investigado y de lo conversado con mis compañeros. No son reglas definitivas, pero pueden servir como una base para analizar y mejorar nuestras relaciones. También me encantaría que ustedes las completen o cuestionen, ya que la intención es seguir aprendiendo entre todos.

1. El espacio personal es fundamental

Las parejas que se dan espacio mutuo tienden a tener relaciones más estables. Esto no significa alejarse emocionalmente, sino respetar los tiempos y necesidades individuales. Estar en pareja no implica estar pegados todo el tiempo. Tener espacio para uno mismo ayuda a conservar la identidad y a evitar el agotamiento emocional.

2. Independencia emocional

Aprender a estar con alguien sin dejar de ser uno mismo es una de las tareas más difíciles en cualquier relación. A veces confundimos el amor con la dependencia, y eso termina por desgastar el vínculo. Cada persona debe poder tomar decisiones, tener metas propias, cuidar su mundo interior y no perderlo por el otro. Compartir la vida no significa disolverse en el otro.

3. Actividades compartidas e individuales

Tener proyectos y momentos en común fortalece el lazo, pero también es necesario cultivar hobbies o espacios personales. Muchas parejas se fortalecen cuando ambos pueden nutrirse de experiencias propias y luego compartirlas. Además, esto favorece la admiración mutua y genera temas de conversación más allá de lo cotidiano.

4. Respeto mutuo, siempre

Este es uno de los pilares fundamentales. El respeto implica reconocer al otro como alguien distinto, con ideas, tiempos y emociones propias. Respetar no es solo no agredir, sino también escuchar, validar y cuidar los límites. El respeto también debe incluir el espacio físico, la privacidad y las decisiones personales.

5. Comunicación abierta y asertiva

La mayoría de los conflictos de pareja no surgen por lo que se dice, sino por lo que no se dice. Saber expresar lo que sentimos sin herir, escuchar sin interrumpir y preguntar en lugar de asumir son elementos esenciales. La asertividad permite que ambos se sientan escuchados sin necesidad de imponer su punto de vista.

6. Tomar decisiones en conjunto

Especialmente cuando la pareja convive o tiene proyectos comunes, la toma de decisiones debe ser compartida. No se trata de estar de acuerdo en todo, pero sí de crear acuerdos, negociar y tener en cuenta la opinión del otro. Sentirse parte activa de las decisiones refuerza la confianza y evita el resentimiento.

Personalmente, esta discusión en clase me dejó pensando mucho. Me di cuenta de que, aunque no hay una receta mágica para tener una relación perfecta, sí hay elementos que podemos cultivar con conciencia. Lo importante es no asumir que el amor basta por sí solo. Amar también implica aprender, desaprender, corregir, escuchar y crecer.

Después de revisar todo esto, decidí compartirlo por acá antes de llevarlo de nuevo a clase. Me gustaría que ustedes también opinen, sumen ideas o incluso discrepen. Tal vez entre todos podamos construir una lista más completa, más realista y más útil, tanto para el aula como para la vida.

Gracias por leerme hasta aquí. Si alguno de estos puntos te pareció valioso o te hizo pensar, no dudes en compartirlo. Y si crees que falta algo importante, déjalo en los comentarios. La psicología también se construye desde la experiencia colectiva.


Hasta la próxima,
Jorge.




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