sábado, 15 de julio de 2017

Apuntes sobre el bullying o acoso escolar homofóbico (causas, consecuencias y medidas oportunas a tomar)

Apuntes sobre el bullying o acoso escolar homofóbico (causas, consecuencias y medidas oportunas a tomar)









“Bullying” es un término en inglés que proviene de bully, que significa "matón" o "agresor". En este contexto, se refiere a una serie de conductas sistemáticas de acoso que pueden incluir intimidaciones, insultos, amenazas, aislamiento o violencia física y/o psicológica hacia una víctima específica.

Origen del estudio del bullying

Uno de los primeros investigadores del fenómeno fue el psicólogo noruego Dan Olweus, quien empezó a estudiar la violencia escolar en 1973. A raíz del suicidio de tres adolescentes en 1982, su interés se profundizó y desde entonces su trabajo ha sido una referencia clave. En países europeos como Inglaterra también se ha abordado el problema desde hace décadas. Allí existen los bully courts o tribunales escolares, y desde 1989 hay una línea directa de ayuda para las víctimas.

Una forma silenciosa de violencia

El bullying no siempre se manifiesta con golpes o gritos. Muchas veces es una tortura psicológica, silenciosa y metódica, que ocurre frente a todos, pero nadie detiene. Lo más preocupante es que suele suceder con la complicidad o indiferencia de los demás compañeros, quienes callan por miedo o por no saber cómo actuar.

Este maltrato prolongado genera daños emocionales que, si no se atienden, pueden extenderse hasta la adultez. Muchas veces, las víctimas nunca cuentan lo que viven por vergüenza, miedo o porque piensan que nadie las va a ayudar. En los casos de acoso por orientación sexual, la situación se vuelve aún más crítica.

Bullying homofóbico: una realidad ignorada

La comunidad LGBTI es especialmente vulnerable al acoso escolar. Niños y adolescentes sexodiversos son frecuentemente víctimas de burlas, amenazas y exclusión, tanto por parte de sus compañeros como, en algunos casos, de docentes o autoridades escolares.

Este tipo de violencia, invisibilizada y subestimada, ha llevado a muchos jóvenes a sufrir ansiedad, depresión e incluso a considerar el suicidio como una vía de escape. Por eso, es urgente hablar del bullying homofóbico y visibilizarlo como una forma grave de discriminación que requiere intervención inmediata.

Causas del bullying

Las causas del bullying son diversas y complejas. No hay una única razón, pero entre las más comunes se encuentran:

  • Factores personales: El agresor puede estar replicando patrones de violencia que ha recibido en casa o en otro entorno.

  • Factores familiares: Presión excesiva, ausencia de uno o ambos padres, o estilos de crianza negligentes pueden influir en el desarrollo de actitudes agresivas.

  • Factores sociales: Dinámicas escolares donde se normaliza la violencia, falta de educación en valores o necesidad de encajar en un grupo.

A veces, un agresor también es víctima en otro contexto. Por ejemplo, puede ser intimidado por alguien “más fuerte” y compensar su inseguridad atacando a quien considera más débil.

Consecuencias del bullying

Las consecuencias del acoso escolar pueden ser devastadoras:

  • En la víctima: ansiedad, aislamiento, baja autoestima, trastornos depresivos, problemas de rendimiento académico e incluso ideación suicida.

  • En el agresor: si no se corrige su conducta a tiempo, puede desarrollar un perfil violento que lo lleve a convertirse en un adulto con problemas legales o de convivencia.

  • En el entorno escolar: se crea un ambiente de miedo, desconfianza y pasividad, donde nadie se siente seguro.

También se puede desencadenar un ciclo de violencia, en el que la víctima, al no encontrar ayuda, en el futuro actúe como agresor.

Medidas y recomendaciones para padres y docentes

1. Conocer la normativa vigente

Es fundamental que los adultos conozcan las leyes y políticas educativas relacionadas con la protección de los estudiantes. Esto permite actuar con base legal y también evitar errores que puedan generar problemas posteriores.

2. Observar cambios en la conducta

Padres y docentes deben estar atentos a señales como aislamiento, tristeza inexplicable, baja en el rendimiento escolar, o rechazo a asistir al colegio. Estos pueden ser indicios de que algo grave está ocurriendo.

3. Supervisar sin invadir

Sin violar la privacidad de los niños y adolescentes, es importante estar presentes en espacios donde suelen ocurrir agresiones: pasillos, baños, áreas comunes. Revisar mensajes escritos en paredes o redes sociales puede ayudar a detectar amenazas antes de que se concreten.

4. Promover el respeto y la inclusión

Desde edades tempranas se debe educar en la empatía, el respeto por las diferencias y la resolución pacífica de conflictos. La formación en valores es la mejor forma de prevenir el acoso.


Un apunte personal sobre este tema

Estos apuntes surgieron de una clase donde llevé un pequeño reportaje sobre el acoso escolar hacia niños sexodiversos. En ese trabajo decidí centrarme en la experiencia escolar porque el acoso hacia personas LGBTI en la adultez es aún más complejo y va más allá del entorno educativo. A menudo se manifiesta en el ámbito laboral, familiar y hasta en el político y legislativo, donde muchas veces esta población sigue siendo ignorada o desprotegida por las leyes.

En conclusión

Esperamos que este artículo te haya sido útil, sobre todo si sospechas que alguno de tus hijos, estudiantes o compañeros puede estar sufriendo bullying, en especial por su orientación sexual. Si eres víctima de acoso, no estás solo(a): acércate a un adulto de confianza, como el psicólogo u orientador escolar. Ellos sabrán cómo ayudarte sin juzgarte ni causarte más daño.

Gracias por leernos. Recuerda compartir esta información, dejar tu comentario y seguirnos en nuestras redes sociales. Hablar del bullying es el primer paso para detenerlo.

Hasta luego,
Yohana.


Nuestro lema: #PsicologíaSimplificada #PsicologíaParaTodos
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jueves, 13 de julio de 2017

 ¿Es posible la psicología en línea? Comentarios, mitos, mentiras y verdades sobre las consultas psicológicas online.

¿Es posible la psicología en línea? Comentarios, mitos, mentiras y verdades sobre las consultas psicológicas online.


Imagen tomada de Modahoy.org
    Muchas son las personas que hoy día acuden a la web para realizar distintas actividades que en otra época se podían llevar a cabo exclusivamente de forma presencial, una de esas actividades que en los últimos años ha cobrado bastante relevancia es la psicología online, de hecho cada día vemos como se incrementa la presencia de profesionales del área en la red. ¿Pero es realmente confiable asistir a una terapia psicológica online? ¿De verdad es posible este tipo de prácticas?

    Existen muchas hipótesis y conjeturas sobre la psicología online, con mitos y leyendas sobre los timos de los que son objeto varios pacientes por parte de falsos psicólogos en la web que en muchos de los casos no pueden ser comprobadas, pero que no por eso debemos dejar de prestarle atención. Otras de las creencias que se tienen sobre la práctica de la psicología online radica en la desconfianza sobre la efectividad de la terapia por esta vía. 

   En el título de este artículo nos comprometimos a señalar algunos mitos, mentiras y verdades sobre las consultas psicológicas online, y aunque ya hemos asomado algunos, vamos a hacerte una pequeña lista que te ayudará a decidir si prefieres una consulta online o tradicional:

        1. La terapia online es imposible: a pesar de que la terapia tradicional está mejor valorada y que para muchos de los casos es ineludible, también es cierto que una terapia online puede ser posible, siempre y cuando dispongamos de un buen servicio de internet y nuestra consulta no requiera ser presencial, algunos especialistas suelen alternar consultas online con presenciales, el caso particular de cada paciente siempre va ser el que determine que esto sea o no viable.

      2. Los psicólogos en internet son unos timadores: aunque es posible que encuentres muchos timadores en línea, como también podrías hacerlo en el mundo físico, siempre es importante que te informes y que revises muy bien con quien te vas a consultar. No todos los psicólogos en línea son timadores, existen muy buenos profesionales de la psicología prestando servicios en línea.

      3.  Es mejor y más efectiva la terapia presencial: como señalábamos anteriormente, esto va a depender del caso particular de cada paciente, algunos requerirán terapia presencial y otros podrán ser tratados sin inconveniente con terapia online, pero debemos decir que existen muchos expertos convencidos de que la terapia online es completamente sustitutiva de la presencial en practicamente todos los casos, excepto los de trastornos clínicos que eventualmente requerirán otro tipo de terapias y revisiones.

    4.  No podré relacionarme ni desenvolverme bien con mi terapeuta: aunque esto en un principio pueda parecer verídico, no podemos asegurarlo por completo, tal vez no todos se sientan cómodos con una terapia online, pero habrán otros que incluso las prefieran por encima de las tradicionales. ¿Acaso no hemos visto que, en muchos casos, hasta las relaciones de pareja son posibles vía web?

      5. Los psicólogos en línea son más costosos: esto va a depender de cuáles son los precios que se manejen en tu país y de la calidad y prestigio del especialista. Revisa muy bien porque es posible que incluso te resulte más económica la consulta online que la tradicional en tu país.

     6. Es más cómoda la consulta psicológica online: efectivamente este mito es cierto, para muchos la consulta vía web resulta más cómoda porque pueden tomarla en horarios no habituales desde la comodidad de su hogar o en medio de un viaje de trabajo. Este tipo de consultas es perfecta para emprendedores que deben viajar constantemente.


   Estamos llenos de mitos y creencias sobre las consulta psicológicas en línea, pero también de muchos riesgos de no acceder a un buen especialista o en el peor de los casos a uno que no sea de verdad, es por esto que debemos estar bien atentos e incluso revisar las recomendaciones que hacen expertos, leer algunos artículos de opiniones tampoco estaría mal, en una entrada pasa les dejamos algunos criterios que podemos tener en cuenta a la hora de elegir al mejor psicólogo online y no estaría de más que los revisaras haciendo click aquí. 

    Muchas gracias por leernos y hacer posible que este trabajo se siga realizando. Recuerda seguirnos en nuestras redes sociales, comentar y compartir este artículo. Algo Sobre Psicología (ASP) es un proyecto de investigación llevado a cabo por estudiantes universitarios con el fin de hacer más accesible al público temas de psicología, pero desde un enfoque académico.

Hasta la próxima,
Jorge.

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¿Puedo encontrar psicólogos en internet? Algunos criterios a tener en cuenta a la hora de elegir al mejor terapeuta online

¿Puedo encontrar psicólogos en internet? Algunos criterios a tener en cuenta a la hora de elegir al mejor terapeuta online


psicología online, terapia psicológica en línea
Imagen tomada de portal web Miterapia.com
    Todos sabemos que las nuevas tecnologías y en especial internet han venido cambiando nuestro estilo de vida desde hace un buen tiempo, ahora podemos hacer las compras en el súper, hacer transacciones de dinero, solicitar una tarjeta en un banco y hasta visitar a la familia sin movernos de nuestras casas. Es por esto que la Psicología no podía quedarse atrás y ha estado de la mano con todos estos cambios, ahora existen muchas personas que recurren a internet en busca de algún psicólogo que lo atienda y oriente. Pero, ¿es realmente posible encontrar psicólogos y realizar consultas online? ¿Son realmente confiables este tipo de profesionales? Muchas personas tienen el mito o creencia de que la psicología online es imposible, mientras en cambio existen otras que cada vez más buscan este tipo de alternativas que les resultan más cómodas. Si continuas leyendo este artículo te mostraremos algunos de los criterios a tener en cuenta a la hora de elegir un psicólogo online que hemos encontrado navegando en la red.

      Es claro que en todos lados vamos a encontrar timadores y oportunistas que se quieran aprovechar de nuestras necesidades, no sólo en internet ni en esta profesión. Mis compañeros y yo hicimos un rastreo esta semana por la web y al escribir en el navegador de google la frase psicólogos online nos encontramos con un montón de páginas dedicadas a esto, son tantas y tan variadas que sería imposible hablar de ellas en un solo artículo. Está bien, obtuvimos nuestra población, ahora era necesario extraer una muestra de estas páginas web dedicadas a la consulta psicológica online para poder brindar un análisis exhaustivo y lo más fidedigno posible, ¿pero bajo qué criterios debíamos seleccionar la muestra?, ¿posicionamiento en google?, ¿número de visitas?, ¿calidad de los servicios?, ¿comentarios favorables de los usuarios?, ¿diseño y funcionabilidad de sus sitios web?, ¿la cara de "buena persona" del psicólogo de la foto?, ¿presencia de certificación de conocimientos? ¿todas  las anteriores?

      Cuando consideramos el primer criterio nos encontramos con la primera dificultad, si elegíamos a los mejor posicionados en google, estaríamos dejando de lado seguramente a muy buenos psicólogos que están empezando y no se han posicionado o que no pagaron para hacerlo, claro, digo pagado porque los tres primeros resultados en google son anuncios sobre consultas psicológicas online, ¡Qué dilema! El segundo criterio quizás parezca más sencillo porque, es evidente que quien recibe más visitas tiene mayor aceptación de los pacientes en potencia que rondan internet, pero el inconveniente de este criterio se basa en que no todos los usuarios de internet que visitan las páginas llegan porque estén buscando exactamente lo que la página ofrece, algunos llegan por rebote.

    Sobre los dos siguientes criterios, calidad de los servicios y opiniones de los usuarios encontramos en el primero el inconveniente de que para poder comprobar con certeza la calidad del servicio debíamos acudir a éste y lamentablemente no poseemos los recursos para ello, mientras que en el segundo, aunque pueda parecer bastante efectivo que las valoraciones de los usuarios (pacientes) sean la mejor carta de presentación de un psicólogo, nada nos garantiza la veracidad y confiabilidad de esos comentarios, ¿serán todos esos usuarios reales?, por otra parte, y aún más importante, no todos los portales web de atención psicológica poseen foros con opiniones de sus usuarios, entonces tendríamos que excluir a esos portales corriendo el riesgo de excluir a algún buen psicólogo que no quiso usar ese servicio o hacerlo público.

   El dilema de la confiabilidad de los psicólogos online no acaba cuando revisamos los últimos criterios, la foto no nos dice demasiado del terapeuta y puede ser un modelo, ¿que no?, en este mundo se ve de todo, amigos; por otra parte la certificación de conocimientos resulta muy visible en casi todos, pero comprobable en pocos, a menos que seamos de ese país en específico ¡y voila! Dimos con una buena alternativa, pero antes de eso, atendiendo a la exhaustividad  de esta revisión, quisimos ver qué resultados nos arrojaba google al cambiar la frase de búsqueda por, por ejemplo "consultas psicologicas online" y aunque obtuvimos resultados semejantes, sobre todo en los anunciantes, varios que no estaban en la lista anterior ahora se manifestaban incluso entre los primeros puestos de la lista. El dilema aumenta, un nuevo criterio inesperado que sólo viene a complicar más las cosas: Frase o palabras clave para la búsqueda en google.

   No nos íbamos a dar por vencidos, de modo que contemplamos el último criterio, el que no queríamos tocar por haberlo considerado una vía de escape fácil, sin embargo después de la revisión nos percatamos de que era el más lógico y efectivo, revisar todos los criterios y hacer un balance personal de todos los criterios mencionados es una buena manera, si no la mejor de conseguir al mejor psicólogo y consulta online. Pero, nuestra muestra arroja resultados aún más positivos y confiables si recurrimos al criterio inesperado que señalábamos en el párrafo anterior, claro el criterio nacionalidad, pues no existe mejor forma de que tú compruebes la calidad y confiabilidad de tu psicólogo online que revisando aquellos que pertenecen a tu país de origen, país con el que estás familiarizado en las reglas y normas de confiabilidad que surgen de su contexto, pero además puedes comprobar su número telefónico, email, acceder a sus redes sociales de tenerlas, etc. Entonces esta combinación de criterios, junto con el último criterio inesperado es definitivamente la mejor forma de conseguir un buen psicólogo en línea y tener resultados favorables en tu consulta.

     Hemos reunido aquí una serie de criterios que estamos seguros de que si los sigues vas a tener una buena experiencia con la psicología online. Más adelante estaremos haciendo listados de los mejores portales web para realizar consultas psicológicas en línea y cuáles son los mejores psicólogos que se encuentran en red, pero, como podrás entender, tomará un tiempo pasar por todos los criterios seleccionados. ¿Y tú tienes algún otro criterio en mente que nos pueda ayudar a seleccionar un buen psicólogo online?

     Muchas gracias por leernos y hacer posible que este trabajo se siga realizando. Recuerda seguirnos en nuestras redes sociales, comentar y compartir nuestro artículo. Algo sobre psicología es un proyecto de investigación de estudiantes universitarios con el fin de hacer más accesible al público temas de psicología, pero desde un enfoque académico. 

Hasta la próxima,
Jorge.

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domingo, 9 de julio de 2017

¿Mi destino es ser psicólogo? Quiero ser psicólogo, pero no estoy seguro de que sea lo mío

¿Mi destino es ser psicólogo? Quiero ser psicólogo, pero no estoy seguro de que sea lo mío



Algunos de los post o entradas que se nos han ocurrido no son realmente resultado de una profunda y rigurosa investigación, pero sí provienen de alguna discusión, debate o simplemente una conversación durante el almuerzo en las horas libres entre una clase y otra. Así es como vino un día esta interesante pregunta, uno de los compañeros preguntó cómo habíamos tomado la decisión de estudiar psicología, más allá de haber sido influenciados por personajes de televisión como la Dra. Beverly Hofstadter o el rockstar de la psiquiatría Sigmund Freud. ¿Quién no quisiera ser como ellos?

Las razones fueron bastante variadas, algunos opinaron que habían escogido esta carrera porque desde niños habían tenido vocación para ayudar a los otros, eran de los que se sentaban horas a escuchar las penas de sus hermanos, amigos y hasta de desconocidos que se acercaban a ellos. Otros, como yo, siempre hemos sido bastante analíticos, nos gusta analizar y observar los comportamientos y las razones que los motivan. Otros en cambio, aunque en menor número, sí habían tomado su decisión a partir de alguna influencia pop o familiar.

Nos encontramos con una variedad bastante interesante de razones, pero en definitiva, ¿qué es lo que nos dice que debemos optar por esta carrera y dedicarnos a tratar y lidiar con los problemas de los otros? La primera vez que intenté responder esta pregunta no supe cómo hacerlo de una manera precisa, de modo que me tomé la tarea de recolectar opiniones entre mis profesores, expertos que conocía y compañeros. Las respuestas, a pesar de ser muy variadas, me llevaron a un punto donde pude sacar una conclusión.

En primer lugar, la mayoría opina que tomar esta decisión es como cualquier otra decisión que tomes para tus estudios, quiero decir, que no se diferencia mucho el que decide ser psicólogo con el que decide ser ingeniero, sin embargo en esta profesión hay y debe haber mucho de vocación, casi todos han tenido encuentros con los problemas de los otros y han sido parte de la solución con sus consejos o sus acciones durante toda su vida, mucho antes de haber decidido ser psicólogos, y como en el desarrollo de tu personalidad, el entorno influye, tener un familiar relacionado a la psicología o haber sido cautivado por algún personaje de la televisión o psicólogo histórico e influyente es parte de las consecuencias, más de la causa.

Si estás pensando en tomar esta carrera para tu futuro y ser psicólogo o psicóloga, no lo dudes, ya con el hecho de tener el deseo de serlo, es una buena razón para tomar la decisión. Te puedo asegurar que no todos quieren tomar esta carrera y sin duda es muy gratificante ayudar a los demás, por más agotadora que pueda ser una consulta. Eso sí, debes prepararte para leer bastante porque es lo que más hacemos en la facultar, leer, aprender, interpretar y analizar.

Espero que este artículo sea de ayuda para aquellos futuros compañeros que estén pensando en estudiar esta hermosa carrera e incluso podrías colaborar con nosotros en el blog con tus vivencias y análisis durante la carrera. Recuerda seguirnos en nuestras redes sociales y dejar tus comentarios y opiniones. Muchas gracias por leernos y ayudarnos a mantener este trabajo activo.

Hasta la próxima,
Jorge.


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¿Es posible el amor entre personas del mismo sexo?

¿Es posible el amor entre personas del mismo sexo?

orientación sexual, homosexualidad, gay, orgullo gay, derechos LGBTI

   

No es intención de nosotros entrar en temas polémicos, pero sin duda este ha sido un asunto que genera bastantes inquietudes entre muchos de nuestros lectores, sobre todo entre padres que han descubierto que la pareja de su hijo o hija es del mismo sexo. Por el poco conocimiento que tienen sobre el tema, no saben qué pensar ni cómo actuar al respecto. Muchos de estos padres desean aceptar a sus hijos, pero se preguntan con sinceridad si realmente es posible que exista amor verdadero entre personas del mismo sexo.

Antes que nada, queremos dejar en claro a todos esos padres y madres preocupados que aún no han aceptado la homosexualidad, que esta se trata de una condición o preferencia bastante natural y que ha sido aceptada por la gran mayoría de los especialistas en el campo de la psicología, la psiquiatría y otras ciencias sociales. Como ya lo trató Yohana en otro artículo (que puedes consultar haciendo clic aquí), la homosexualidad no es una enfermedad, ni un trastorno mental. Es una expresión legítima de la diversidad humana. Sin embargo, es importante aclarar que existen aún algunas corrientes psicológicas con posturas más tradicionales que sostienen lo contrario, aunque estas han sido ampliamente cuestionadas y deslegitimadas por las asociaciones profesionales más reconocidas en el mundo. Por tanto, este es un tema delicado en el que no se puede tomar una postura a la ligera, pero sí podemos afirmar con claridad que todos los seres humanos somos libres de escoger cómo ser felices, siempre y cuando no dañemos a los demás.

Desde una perspectiva científica, muchas de las investigaciones actuales apuntan a que el amor es posible tanto entre personas de distinto sexo como del mismo. Esto se debe a que se cumplen las condiciones fundamentales para que el amor se consolide: el respeto mutuo, la empatía, el afecto asertivo, la aceptación del otro, las metas compartidas, el proyecto de vida en común, entre otros elementos que forman parte de toda relación afectiva estable. Estas condiciones pueden desarrollarse tanto en parejas heterosexuales como en parejas homosexuales, y así lo han demostrado estudios como los realizados por la Asociación Americana de Psicología (APA), entre muchas otras entidades académicas.

Además, se ha observado que las relaciones amorosas entre personas del mismo sexo atraviesan las mismas etapas y enfrentan retos similares a los de las relaciones heterosexuales. La clave no radica en el género, sino en la calidad del vínculo que se construye entre dos personas. Así como existen relaciones heterosexuales disfuncionales, también existen relaciones homosexuales sanas y estables, y viceversa. Lo importante es la salud emocional, el compromiso y la capacidad de amar desde el respeto y la aceptación mutua.

Si eres un padre o madre preocupado(a) por la felicidad de tu hijo o hija, lo más probable es que con el tiempo termines aceptando el tipo de pareja que él o ella elijan, porque su felicidad también se convierte en parte de la tuya. No obstante, si sientes inquietud o confusión, lo más recomendable es informarte. Puedes leer investigaciones actuales, consultar con especialistas en salud mental o incluso acercarte a un psicólogo de tu ciudad para aclarar tus dudas. Es importante que este paso lo hagas por tu cuenta, sin involucrar directamente a tu hijo, ya que quien necesita entender y procesar esta información eres tú. Tu hijo o hija ya ha tomado su decisión y es poco probable que cambie de opinión, pues su orientación no es una elección arbitraria, sino parte de su identidad.

Hoy en día existen múltiples recursos para padres que desean comprender mejor la orientación sexual de sus hijos. Organizaciones como PFLAG (Parents, Families and Friends of Lesbians and Gays) y numerosos portales de psicología brindan apoyo, información y espacios seguros para el acompañamiento emocional de las familias. No estás solo(a) en este proceso, y buscar apoyo es un paso positivo hacia la comprensión y la aceptación.

Esperamos que este breve resumen de la investigación que realizamos haya sido de utilidad para esos padres preocupados que acceden a nuestro portal buscando algún tipo de orientación para procurar la mayor felicidad a sus hijos. Sería valioso enriquecer esta información con tus opiniones, aportes o reflexiones. También puedes recomendar y compartir este artículo con otros padres, familiares o amigos que necesiten orientación sobre este tema. Recuerda que puedes seguirnos en nuestras redes sociales para estar al día con la información que compartimos y acompañar este proyecto que desarrollamos con cariño y compromiso desde la universidad para toda la comunidad en red.

Muchas gracias por leernos y hacer posible que continuemos con este espacio. Tu participación también es parte de este crecimiento colectivo.



Hasta pronto,
Fran.


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sábado, 8 de julio de 2017

¿Es la homosexualidad una enfermedad? ¿Qué dicen los expertos?

¿Es la homosexualidad una enfermedad? ¿Qué dicen los expertos?


orientación sexual, gay, derechos LGBTI, homosexualidad

En clase de Psicología General nos encontramos con uno de esos debates que tanto nos gustan (o al menos a mí me gustan bastante). Un compañero alineado con la escuela conductista lanzó la afirmación de que la homosexualidad es una condición clínica que debe ser tratada bajo estricta supervisión médica. Según él, la persona homosexual es un paciente clínico en potencia y, por tanto, representa una amenaza social. Sí, así de crudo.

Pido disculpas si desde ya he tomado una posición, pero es difícil no ironizar un poco ante lo que me parece un disparate. En este aspecto, me siento más afín a las ideas del psiquiatra Robert Spitzer. Aunque existan especialistas que consideren la homosexualidad como una patología, se trata de posturas muy aisladas y sin respaldo científico sólido. No hay consenso profesional que sostenga esa visión. Como no quise discutir en clase sin fundamentos, decidí hacer una pequeña investigación y aquí les comparto lo que encontré.

Podemos comenzar con un poco de historia. Robert Spitzer, psiquiatra estadounidense y figura clave en la clasificación de enfermedades mentales, fue quien impulsó en 1973 que la Asociación Americana de Psiquiatría eliminara la homosexualidad de su manual diagnóstico DSM-II. Hasta entonces, la homosexualidad era considerada una "perturbación sociopática de la personalidad". Desde esa fecha hasta hoy han surgido voces que intentan refutar esta postura, pero sin pruebas concluyentes ni respaldo empírico fuerte. Aunque persisten corrientes conservadoras que aún sugieren la existencia de “terapias reparativas”, la comunidad científica en general rechaza su validez y efectividad, e incluso las considera dañinas.

Muchos expertos en psicología y psiquiatría, así como académicos consultados en línea y en la facultad, coinciden en que la orientación sexual no debe verse como una enfermedad, sino como una característica individual más. La diversidad sexual es comparable a otros rasgos como el color de ojos o la preferencia por determinado arte o música. Incluso la propia Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales en 1990, reforzando la idea de que no es patológica.

En cuanto a su origen, algunos estudios señalan que puede haber componentes biológicos, genéticos o neurológicos, aunque no se ha identificado una causa única. Otros enfatizan factores ambientales y culturales, pero siempre bajo la idea de que no hay un único camino hacia la orientación sexual, y que ninguna opción representa un desorden. Como señaló la APA (Asociación Americana de Psicología), la orientación sexual emerge en la mayoría de las personas sin necesidad de intervención externa ni como resultado de una elección consciente.

Durante mi revisión también exploré el trabajo de organizaciones de defensa de los derechos LGBTI que llevan décadas atendiendo a esta población. Estas organizaciones insisten, con razones sólidas y avaladas por la experiencia clínica y social, en que la homosexualidad no es ni puede ser tratada como una enfermedad. Su lucha ha contribuido a desestigmatizar muchas falsas creencias y ha promovido el respeto a la diversidad sexual como un derecho humano.

Otro dato interesante que encontré es cómo algunas culturas antiguas entendían la sexualidad desde una perspectiva mucho más amplia y menos rígida que la nuestra. En la Antigua Grecia, por ejemplo, las relaciones entre personas del mismo sexo eran socialmente aceptadas y hasta idealizadas en ciertos contextos educativos y filosóficos. No fue hasta la consolidación de determinadas visiones religiosas y morales que la homosexualidad fue patologizada en Occidente.

También me llamó la atención el papel que juegan los medios de comunicación en este debate. Aunque han contribuido a visibilizar historias de amor homosexual de manera más empática y natural en las últimas décadas, todavía persisten estereotipos y prejuicios que refuerzan la idea de que la homosexualidad debe ser explicada, diagnosticada o corregida. Como si el hecho de amar a alguien del mismo sexo necesitara justificación.

Y ya que hablamos de psicología, también es importante destacar que muchos profesionales jóvenes, formados con enfoques más actualizados, han comenzado a trabajar con familias para ayudarles a comprender mejor la orientación sexual de sus hijos, no como un problema a resolver, sino como una parte más de su identidad. Este acompañamiento puede ser clave para evitar conflictos innecesarios y construir relaciones más sanas y empáticas dentro del núcleo familiar.

Después de esta breve investigación me siento más preparada para debatir con mi compañero. Si bien es importante mantener la apertura al diálogo, también es crucial posicionarse desde la evidencia. Negar la humanidad de alguien por su orientación no solo es científicamente inexacto, sino profundamente injusto.

¿Qué piensas tú? ¿Crees que la homosexualidad debería seguir siendo debatida como si fuese una patología? ¿O te parece que es hora de dejar atrás concepciones clínicas que han causado más daño que comprensión? Me encantaría leer tu opinión. Deja tus comentarios abajo y así me ayudas también a tener más claridad para futuras discusiones académicas.

Gracias por leernos. Puedes seguirnos en nuestras redes sociales, compartir este artículo con personas que aún tienen dudas sobre este tema y suscribirte con tu correo para recibir nuestras próximas publicaciones. Este proyecto es posible gracias a ustedes.


Hasta luego,
Yohana.


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viernes, 7 de julio de 2017

Tips o recomendaciones para una saludable relación amorosa de pareja

Tips o recomendaciones para una saludable relación amorosa de pareja

amor pareja y relaciones








Algunas de las cosas que vemos en clases de psicología no forman parte exactamente del contenido formal de la materia, pero igual resultan valiosas. Hace algunos meses, por ejemplo, en una clase surgió una conversación espontánea sobre las relaciones amorosas sanas, y lo interesante fue que llegamos a la conclusión, por consenso, de que quizás no existe una relación que sea “totalmente” sana. Al menos no en términos absolutos. Aunque no todos estuvieron de acuerdo, fue una discusión rica, que nos dejó muchas preguntas.

Después de ese debate grupal, varios compañeros y yo decidimos seguir reflexionando sobre el tema. Una de las cosas que surgieron fue la idea de consultar fuentes externas, revisar foros, encuestas, artículos y también estudios de expertos sobre relaciones saludables. Lo que encontramos fue que, si bien la “relación ideal” como tal no existe, sí hay ciertos criterios o señales comunes que los psicólogos consideran como indicios de una relación funcional y positiva.

Según autores como Walter Riso (Amar o depender, 2012) y John Gottman, reconocido investigador en terapia de pareja, las relaciones amorosas sanas no son aquellas libres de conflicto, sino aquellas en las que hay respeto, buena comunicación, afecto equilibrado, y sobre todo, autonomía emocional. Riso insiste en que “amar no es renunciar a uno mismo”, mientras Gottman habla de “mapas del amor” como metáfora para describir el conocimiento profundo que se tiene sobre la vida emocional del otro.

Aquí les comparto una lista de tips o recomendaciones, resultado de lo investigado y de lo conversado con mis compañeros. No son reglas definitivas, pero pueden servir como una base para analizar y mejorar nuestras relaciones. También me encantaría que ustedes las completen o cuestionen, ya que la intención es seguir aprendiendo entre todos.

1. El espacio personal es fundamental

Las parejas que se dan espacio mutuo tienden a tener relaciones más estables. Esto no significa alejarse emocionalmente, sino respetar los tiempos y necesidades individuales. Estar en pareja no implica estar pegados todo el tiempo. Tener espacio para uno mismo ayuda a conservar la identidad y a evitar el agotamiento emocional.

2. Independencia emocional

Aprender a estar con alguien sin dejar de ser uno mismo es una de las tareas más difíciles en cualquier relación. A veces confundimos el amor con la dependencia, y eso termina por desgastar el vínculo. Cada persona debe poder tomar decisiones, tener metas propias, cuidar su mundo interior y no perderlo por el otro. Compartir la vida no significa disolverse en el otro.

3. Actividades compartidas e individuales

Tener proyectos y momentos en común fortalece el lazo, pero también es necesario cultivar hobbies o espacios personales. Muchas parejas se fortalecen cuando ambos pueden nutrirse de experiencias propias y luego compartirlas. Además, esto favorece la admiración mutua y genera temas de conversación más allá de lo cotidiano.

4. Respeto mutuo, siempre

Este es uno de los pilares fundamentales. El respeto implica reconocer al otro como alguien distinto, con ideas, tiempos y emociones propias. Respetar no es solo no agredir, sino también escuchar, validar y cuidar los límites. El respeto también debe incluir el espacio físico, la privacidad y las decisiones personales.

5. Comunicación abierta y asertiva

La mayoría de los conflictos de pareja no surgen por lo que se dice, sino por lo que no se dice. Saber expresar lo que sentimos sin herir, escuchar sin interrumpir y preguntar en lugar de asumir son elementos esenciales. La asertividad permite que ambos se sientan escuchados sin necesidad de imponer su punto de vista.

6. Tomar decisiones en conjunto

Especialmente cuando la pareja convive o tiene proyectos comunes, la toma de decisiones debe ser compartida. No se trata de estar de acuerdo en todo, pero sí de crear acuerdos, negociar y tener en cuenta la opinión del otro. Sentirse parte activa de las decisiones refuerza la confianza y evita el resentimiento.

Personalmente, esta discusión en clase me dejó pensando mucho. Me di cuenta de que, aunque no hay una receta mágica para tener una relación perfecta, sí hay elementos que podemos cultivar con conciencia. Lo importante es no asumir que el amor basta por sí solo. Amar también implica aprender, desaprender, corregir, escuchar y crecer.

Después de revisar todo esto, decidí compartirlo por acá antes de llevarlo de nuevo a clase. Me gustaría que ustedes también opinen, sumen ideas o incluso discrepen. Tal vez entre todos podamos construir una lista más completa, más realista y más útil, tanto para el aula como para la vida.

Gracias por leerme hasta aquí. Si alguno de estos puntos te pareció valioso o te hizo pensar, no dudes en compartirlo. Y si crees que falta algo importante, déjalo en los comentarios. La psicología también se construye desde la experiencia colectiva.


Hasta la próxima,
Jorge.




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