No es intención de nosotros entrar en temas polémicos, pero sin duda este ha sido un asunto que genera bastantes inquietudes entre muchos de nuestros lectores, sobre todo entre padres que han descubierto que la pareja de su hijo o hija es del mismo sexo. Por el poco conocimiento que tienen sobre el tema, no saben qué pensar ni cómo actuar al respecto. Muchos de estos padres desean aceptar a sus hijos, pero se preguntan con sinceridad si realmente es posible que exista amor verdadero entre personas del mismo sexo.
Antes que nada, queremos dejar en claro a todos esos padres y madres preocupados que aún no han aceptado la homosexualidad, que esta se trata de una condición o preferencia bastante natural y que ha sido aceptada por la gran mayoría de los especialistas en el campo de la psicología, la psiquiatría y otras ciencias sociales. Como ya lo trató Yohana en otro artículo (que puedes consultar haciendo clic aquí), la homosexualidad no es una enfermedad, ni un trastorno mental. Es una expresión legítima de la diversidad humana. Sin embargo, es importante aclarar que existen aún algunas corrientes psicológicas con posturas más tradicionales que sostienen lo contrario, aunque estas han sido ampliamente cuestionadas y deslegitimadas por las asociaciones profesionales más reconocidas en el mundo. Por tanto, este es un tema delicado en el que no se puede tomar una postura a la ligera, pero sí podemos afirmar con claridad que todos los seres humanos somos libres de escoger cómo ser felices, siempre y cuando no dañemos a los demás.
Desde una perspectiva científica, muchas de las investigaciones actuales apuntan a que el amor es posible tanto entre personas de distinto sexo como del mismo. Esto se debe a que se cumplen las condiciones fundamentales para que el amor se consolide: el respeto mutuo, la empatía, el afecto asertivo, la aceptación del otro, las metas compartidas, el proyecto de vida en común, entre otros elementos que forman parte de toda relación afectiva estable. Estas condiciones pueden desarrollarse tanto en parejas heterosexuales como en parejas homosexuales, y así lo han demostrado estudios como los realizados por la Asociación Americana de Psicología (APA), entre muchas otras entidades académicas.
Además, se ha observado que las relaciones amorosas entre personas del mismo sexo atraviesan las mismas etapas y enfrentan retos similares a los de las relaciones heterosexuales. La clave no radica en el género, sino en la calidad del vínculo que se construye entre dos personas. Así como existen relaciones heterosexuales disfuncionales, también existen relaciones homosexuales sanas y estables, y viceversa. Lo importante es la salud emocional, el compromiso y la capacidad de amar desde el respeto y la aceptación mutua.
Si eres un padre o madre preocupado(a) por la felicidad de tu hijo o hija, lo más probable es que con el tiempo termines aceptando el tipo de pareja que él o ella elijan, porque su felicidad también se convierte en parte de la tuya. No obstante, si sientes inquietud o confusión, lo más recomendable es informarte. Puedes leer investigaciones actuales, consultar con especialistas en salud mental o incluso acercarte a un psicólogo de tu ciudad para aclarar tus dudas. Es importante que este paso lo hagas por tu cuenta, sin involucrar directamente a tu hijo, ya que quien necesita entender y procesar esta información eres tú. Tu hijo o hija ya ha tomado su decisión y es poco probable que cambie de opinión, pues su orientación no es una elección arbitraria, sino parte de su identidad.
Hoy en día existen múltiples recursos para padres que desean comprender mejor la orientación sexual de sus hijos. Organizaciones como PFLAG (Parents, Families and Friends of Lesbians and Gays) y numerosos portales de psicología brindan apoyo, información y espacios seguros para el acompañamiento emocional de las familias. No estás solo(a) en este proceso, y buscar apoyo es un paso positivo hacia la comprensión y la aceptación.
Esperamos que este breve resumen de la investigación que realizamos haya sido de utilidad para esos padres preocupados que acceden a nuestro portal buscando algún tipo de orientación para procurar la mayor felicidad a sus hijos. Sería valioso enriquecer esta información con tus opiniones, aportes o reflexiones. También puedes recomendar y compartir este artículo con otros padres, familiares o amigos que necesiten orientación sobre este tema. Recuerda que puedes seguirnos en nuestras redes sociales para estar al día con la información que compartimos y acompañar este proyecto que desarrollamos con cariño y compromiso desde la universidad para toda la comunidad en red.
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