¿Vale la pena estudiar Psicología hoy en día?
Cuando uno dice que está estudiando
Psicología, la reacción más común es una mezcla entre admiración y escepticismo.
Algunos dicen: “¡Uy qué interesante!”, mientras otros te sueltan un “¿y eso sí da plata?”.
En este artículo, quiero compartir nuestra experiencia como estudiantes y
reflexionar sobre si realmente vale la pena estudiar esta carrera.
Una carrera que exige vocación
Lo primero que hay que tener claro es que Psicología no es una carrera para
improvisar. A lo largo de los semestres hemos visto compañeros entrar pensando
que esto era “dar consejos” o “escuchar a la gente” y terminar frustrados con
los métodos de investigación, las estadísticas y las bases neurobiológicas del
comportamiento.
Como estudiantes de tercero o cuarto semestre, ya nos damos cuenta de que la
psicología requiere disciplina, empatía, lectura constante y muchas veces...
paciencia.
¿Y el campo laboral?
Es verdad que el mercado laboral puede ser competitivo. Pero también es cierto
que la psicología se está diversificando: clínica, organizacional, educativa,
forense, social, del deporte… cada vez hay más espacios. Si te interesa conocer en detalle cada uno de estos campos y las oportunidades que ofrece la carrera, te recomiendo leer este artículo sobre campos de estudio y oportunidades laborales en psicología. Eso sí, es clave
formarse bien, buscar diplomados, seminarios y, si es posible, una maestría.
Algunos egresados nos han dicho que no hay que esperar a graduarse para buscar
experiencia. Nosotros, por ejemplo, ya comenzamos a asistir como voluntarios en
programas comunitarios o en prácticas dentro de la universidad.
La satisfacción personal
Una de las cosas que más me motiva a seguir es ver el impacto que se puede
generar. Aunque aún no soy un profesional, participar en actividades de
escucha activa o hacer parte de un proyecto de prevención me ha demostrado que esta
carrera transforma vidas.
Y también transforma la nuestra. Estudiar psicología te cambia la manera de ver
el mundo, te hace más consciente de tus emociones, de las dinámicas sociales,
del lenguaje no verbal y de la importancia de la salud mental.
Retos que no te cuentan al principio
No todo es color de rosa. A veces las cargas académicas son intensas, y temas
como el suicidio, los trastornos mentales o la violencia pueden afectar
emocionalmente. Es necesario aprender a cuidar de uno mismo también.
Además, algunos profesores nos han comentado: “No todos van a terminar
ejerciendo como psicólogos”. Eso puede desanimar, pero también motiva a buscar
otras formas de aplicar lo aprendido.
¿Entonces, vale la pena?
Desde mi perspectiva como estudiante que ya ha pasado los primeros
semestres de introducción, la respuesta es sí. Vale la pena si te apasiona
entender el comportamiento humano, si estás dispuesto a estudiar de verdad y si
quieres aportar a una sociedad más consciente de su salud mental.
¿Es fácil? No. ¿Es rentable de inmediato? Tampoco. ¿Es una carrera con sentido?
Totalmente.
Y tú, ¿te animarías a estudiarla?
Por Francisco
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